domingo, 23 de mayo de 2010

Modernidad Centro - Periferia.


La dualidad centro-periferia es un modelo de organización territorial de ciertos sistemas económico-políticos que ocupa un lugar central en la escuela económica desarrollistas o estructuralista, también conocida como teoría de la dependencia, creada poco después de la segunda gerra mundial. Según el desarrollismo la dualidad centro-periferia está directamente relacionada con la dualidad industria - agricultura y su distribución mundial de acuerdo a determinados sistemas de division internacional del trabajo.
El término centro-periferia ha sido particularmente exitoso para referirse a las desigualdades sociales y económicas
y su desigual distribución espacial, especialmente en el ámbito mundial, hablándose en este sentido de países centrales y países periféricos, con significado similar a otras dualidades de uso habitual, como Norte - Sur, mundo desarrollado-subdesarrollado y primer mundo - tercer mundo.

José Joaquín Bruner analizó los fenómenos de desarrollo, difusión y recepción de la modernidad dentro de la dialéctica centro - periferia. Enfoca la modernidad como época histórica, entramado institucional, experiencia vital y un complejo juego de discursos. El estudio conduce a replantear el debate sobre la modernidad en la cultura de América Latina y examina las diversas y contradictorias visiones que al respecto se han formu­lado.

viernes, 14 de mayo de 2010

Imperativo Categorico de Kant


También puede ser llamado como Imperativo Apodíctico, mandato con carácter universal y necesario, preescribe una acción como buena de forma incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin referencia a ningún propósito extrínseco. Kant considera este tipo de Impoerativo que es propiamente un Imperativo de la Modernidad.

Los imperativos categóricos tienen la forma general "debes hacer X", o, en su versión prohibitiva, "no debes hacer X"; "debes ser veraz", "no debes robar", son ejemplos de imperativos categóricos. De todas formas es preciso tener cuidado porque la mera expresión lingüística no es suficiente para determinar si el imperativo que ha guiado nuestra conducta es hipotético o categórico: para averiguar si es uno u otro el caso es preciso referirse a lo que ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra conducta es conforme al deber (conforme al imperativo “no debes robar”), pero si no hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que hemos seguido es hipotético (“no debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin embargo, si no hemos robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente de si nos pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico. Kant consideró que nunca se puede estar absolutamente seguro de que nuestra conducta no haya estado motivada por un interés o por algún temor, y por ello concluyó que cuando nos parece seguir un imperativo categórico siempre es posible que el imperativo por el que nos regimos sea hipotético.

Kant


Imanuel Kant, filósofo alemán, es considerado uno de los filósofos más importantes de Europa moderna, del último peridodo de la Ilustración y de la filosofia universal.

Confio solamente en la razón, no pensó que ella sóla pueda despegarse del mundo empírico y de sus altos vuelos planear sobre la región de lo metafísico (el "sueño dogmatico" que criticó), pero sí que penetrando a la sensibilidad y en arminía con ella era capaz de ofrecernos conocimientos plenos y verdaderos. A la vez esta misma Razón puede llamarnos desde lo más intimo de nuestro ser e incitarnos a la vida buena, en un mandato del bien que nada en el mundo puede quebrar.

Pero ambas tareas, el conocimiento y la vida moral, necesitan del cuidado de una instancia que las regule, evite sus pretensiones infundadas o las confusiones en cuanto a sus resortes legítimos; curiosamente, para Kant esta instancia o tribunal al que debemos acudir es también la propia Razón. Junto con ello, tenemos en Kant la fascinación por una idea del mundo empírico y natural triunfante, la que ofrece el sistema de Newton, con la que nos arriesgamos a tratar todo como mera cosa, incluidos los hombres, perdiendo lo propio del mundo moral, la libertad y la dignidad de la decisión ética. La empresa filosófica de Kant es temeraria: mostrar que ambos mundos pueden conciliarse y que están presentes en la vida humana.

Algunas de sus obras son: Critica de la Razón Pura, Metafísica de las Costumbres, entre otras.

martes, 11 de mayo de 2010

Modernidad

La modernidad es un concepto Filosófico y sociológico, que puede definirse como el proyecto de imponer la razón como norma trascendental a la sociedad.
Desde ese punto de vista es similar al concepto
kantiano de Ilustración (la mayoría de edad del individuo, que ejerce su razón de forma autónoma: el Sapere aude), y antes que éste al antropocentrismo humanista del Renacimiento (por ejemplo la Oratio pro homini dignitate de Pico della Mirandola). Fue muy significativo, para entender la diferente concepción de lo nuevo entre la Edad Media y la Moderna, el Debate de los antiguos y los modernos.
En la
sociología de Michel Freitag, la modernidad es un modo de reproducción de la sociedad basada en la dimensión política e institucional de sus mecanismos de regulación por oposición a la tradición, en la que el modo de reproducción del conjunto y el sentido de las acciones que se cumplen es regulado por dimensiones culturales y simbólicas particulares. La modernidad es un cambio ontológico del modo de regulación de la reproducción social basado en una transformación del sentido temporal de la legitimidad. En la modernidad el porvenir reemplaza al pasado y racionaliza el juicio de la acción asociada a los hombres. La modernidad es la posibilidad política reflexiva de cambiar las reglas del juego de la vida social. La modernidad es también el conjunto de las condiciones históricas materiales que permiten pensar la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las ideologías heredadas, y no problematizadas por una cultura tradicional.
En términos sociales e históricos, no se llega a la modernidad con el comienzo de la Edad Moderna en el siglo XV, sino tras la transformación de la
sociedad preindustrial, rural, tradicional, en la sociedad industrial y urbana moderna; que se produce con la Revolución industrial y el triunfo del capitalismo.
La superación de la
sociedad industrial por la sociedad postindustrial se ha dado en llamar postmodernidad. También se ha introducido el término transmodernidad para el mundo caracterizado por la globalización.