Imanuel Kant, filósofo alemán, es considerado uno de los filósofos más importantes de Europa moderna, del último peridodo de la Ilustración y de la filosofia universal.
Confio solamente en la razón, no pensó que ella sóla pueda despegarse del mundo empírico y de sus altos vuelos planear sobre la región de lo metafísico (el "sueño dogmatico" que criticó), pero sí que penetrando a la sensibilidad y en arminía con ella era capaz de ofrecernos conocimientos plenos y verdaderos. A la vez esta misma Razón puede llamarnos desde lo más intimo de nuestro ser e incitarnos a la vida buena, en un mandato del bien que nada en el mundo puede quebrar.
Pero ambas tareas, el conocimiento y la vida moral, necesitan del cuidado de una instancia que las regule, evite sus pretensiones infundadas o las confusiones en cuanto a sus resortes legítimos; curiosamente, para Kant esta instancia o tribunal al que debemos acudir es también la propia Razón. Junto con ello, tenemos en Kant la fascinación por una idea del mundo empírico y natural triunfante, la que ofrece el sistema de Newton, con la que nos arriesgamos a tratar todo como mera cosa, incluidos los hombres, perdiendo lo propio del mundo moral, la libertad y la dignidad de la decisión ética. La empresa filosófica de Kant es temeraria: mostrar que ambos mundos pueden conciliarse y que están presentes en la vida humana.
Algunas de sus obras son: Critica de la Razón Pura, Metafísica de las Costumbres, entre otras.
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